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domingo, 29 de enero de 2012

La Alcazaba de Málaga

  Apostando por futuros puentes, voy a hacer una recomendación, ya que el próximo (hasta que nos lo quiten los de la patronal), puede ser el de Andalucía, pues éste año, además cae el día 28 en martes, y los más afortunados pueden permitirse cuatro días de minivacaciones. Ya por aquellas fechas la costa andaluza abandona el invierno, y una temprana primavera viene a adornar los rincones playeros. Por ello me gusta la sugerencia de visitar rincones que puedan garantizarle el poder compaginar días en los que se pueda dar un remojón con alguna que otra visita cultural. Si hay una ciudad, fuera de nuestra provincia, que permita los dos factores, esa es Málaga. Una urbe que sobrepasa de largo los 500.000 habitantes en su núcleo duro, y en cuya área metropolitana no es extraño que se acerque, sino llega, al millón de habitantes. Dicha capital es famosa por su turismo, gracias al buen tiempo que siempre abunda allí, pero quedarnos con sus bellos paisajes mediterráneos de calas, playas y acantilados, es cuanto menos simplificar la realidad. Actualmente la ciudad se ha convertido en un referente de la informática en España, una suerte de Silicon Valley andaluz. Y con una industria, que sin ser nada del otro jueves, tiene mejor salud que las del resto de nuestra comunidad autónoma. Sin embargo, he de decir, que nunca se le ha hecho justicia a su casco antiguo; por ejemplo, su foto más conocida, es la del Parque, con el ayuntamiento, y el muelle al fondo. O aquella de la plaza de toros. En la que destacan sobre todo la cantidad de pisos altos que tiene la capital malagueña. Pero meterse en su centro histórico es harina de otro costal, la ciudad respira su antigüedad por todos los poros, y nos recuerda que tuvo etapas gloriosas, sobre todo en la baja Edad Media, donde era el puerto principal del Reino de Granada; o en el siglo XIX, donde Málaga era un centro industrial de primer orden; aquí fue donde se abrió la primera siderúrgica de España, sin mucho éxito, ya que el acceso al carbón era dificultoso. De la primera época nombrada, es de destacar un monumento, que siendo conocido aparentemente, esconde aún sorpresas para aquellos que la recorren: la Alcazaba. 

 Situada, su entrada, en pleno centro, en una amplia plaza,  tras el ayuntamiento, la fortaleza palaciega se encarama en la ladera de un monte en cuya cima se encuentra el Castillo de Gibralfaro. El estado de conservación es digno de elogio. Las restauraciones que se hayan hecho son correctas, conservando el sabor árabe del lugar, sin cargárselo con caprichos de ningún arquitecto. La herencia musulmana se denota por el buen gusto decorativo que existe en el lugar, todo tiene su sitio: la decoración, la arquitectura, los jardines, las fuentes...Todo está situado donde tiene que estar, y en la proporción exacta. Algo, que los cristianos aprendimos ya, en épocas más tardías, con el neoclasicismo. Al igual que la Alhambra, la Alcazaba malagueña tiene sus propias leyendas fantasmales, aunque éstas no las conocí por Washington Irving, sino por el nuevo programa, aunque ya clásico también, Milenio 3. En la que se contaba que por las noches de principios de siglo XX, una enorme sombra, cuya altura se calculaba en unos dos metros, paseaba por sus murallas, y emitía unos gritos lastimeros que helaban la sangre del paisano que pasara por sus cercanías. Cierto o no, la fortaleza, al igual que la Alhambra del escritor norteamericano, sirvió también de hospedaje para una cantidad ingente de vagabundos que encontraban refugio en sus bien construídas murallas. De hecho, las casas de la ciudad, en la época de la II República, llegaban hasta los muros de la misma, e incluso, algunas lo utilizaban como pared. Sin embargo, ésta no fué su mejor época, sino que estaba en plena decadencia, pero tuvo etapas más gloriosas. La Alcazaba fue fundada en el siglo XI, cuando los reinos de Taifas se extendieron por la España musulmana, para ello, se utilizó materiales como mármoles, procedentes del cercano teatro romano, en una práctica que era habitual en el pasado de nuestro país. Actualmente la subida a la Alcazaba no es costosa, pero antiguamente se planteó para que no fuera fácil entrar, y por ello, consta de tres recintos murados, que aún se conservan. El primero es el que da lugar a los muros externos, que se ven desde la propia ciudad. El segundo, es igualmente otro recinto murado. La tercera, es tal vez la más lujosa, son los llamados Cuartos de Granada, donde ya se empieza a olvidar el pasado castrense de la fortaleza, y empieza a saborear el lujo palaciego. Los jardines y palacios hacen acto de presencia, todo ello inspirado en un estilo de tradición granadina, donde las fuentes y arcadas, conjugan un espacio que es de lo más estético y relajante. Es aquí donde vivían los reyes y gobernadores, y conservan la tradicional organización en torno a un patio. Aún guarda la fortaleza en sus entrañas una sorpresa más, un pequeño barrio de casas de época árabe con sus calles enlosadas, en las que había canalización para aguas fecales y unos medievales retretes, algo que no existía en ninguna ciudad cristiana de por aquel entonces. Sin embargo de los muros de éstas casas, se ha conservado sólo hasta una altura de más o menos nuestra cintura. No obstante, además de la época árabe, algunos recuerdos cristianos se conservan en el lugar, pues tras la entrada de los Reyes Católicos, alguna reforma más, se hizo, aunque apenas, éstas, influyeran en su arquitectura y decoración.

  Al igual que en el resto de mis entradas, no es ésta una descripción histórica y artística pormenorizada, ni se pretende profundizar más. Sólo se trata de aprender a valorar, aunque sea por encima, una de las Alcazabas, que si bien, todos saben que existen, pocos conocen en profundidad. El resto de la investigación, se lo dejo a ustedes, para ello hay páginas y libros más especializados que mi blog. Pero al menos si tienen alguna duda de donde ir éste puente de Andalucía que aún, parece lejano, pero que llegará cuando menos lo esperemos; ahí les dejo una buena opción. Algo más barata y segura (por las huelgas) que coger un vuelo e irse lejos. A sólo unas horas de viaje, la capital malagueña, les recordará que en otros tiempos la gloria andalusí, supo dejar unas huellas que hoy día, son la admiración de medio mundo. Un saludo desde el sur.

Entrada de la Alcazaba.

Muros de la Alcazaba desde el teatro romano.

Detalle de las dependencias palaciegas.

Arcos de entrada al palacio.

Los Cuartos de Granada

Otro detalle del palacio, ricamente decorado.

Detalle de la decoración interior y del techo.

Ésta imagen muestra la influencia de la arquitectura nazarí.

miércoles, 25 de enero de 2012

Peras al olmo (La crisis que nos viene)

  El mundo se prepara para su particular cataclismo en 2.012, ya sea por culpa de los mayas, que dicho sea de paso, no tenían ni idea de la que iban a liar con su calendario; y por el otro apocalipsis anunciado, el económico, más contracción, más sacrificios, y más congelación de salarios. Y digo bien, pues la ridícula subida que han acordado patronatos y sindical da, realmente, vergüenza, ajena y propia, si me apura. Ya estoy hasta la coronilla, por no decir otra cosa, de que nos vendan una moto que no anda. De que repitan, una y otra vez, que estamos mejor que hace treinta años, y que la democracia sólo ha traído bendiciones. Bien sabe Dios que no quiero una dictadura, pero de Franco todos sabían que era un sátrapa. Pero ahora no, en teoría somos libres, pero sólo en teoría, el neoliberalismo nos ha colado, como el que no quiere la cosa, una dictadura, en la que encima tienes que sonreir, porque oye, eres libre. Y pregunto: ¿libre de que?, ¿de que las empresas nos exploten?, ¿de que los bancos jueguen a ser Dios con el dinero que hemos depositado, y que es nuestro?. No se engañen, bajo la "maravillosa" palabra liberal, nos quieren vender la libertad plena del dinero, o lo que es lo mismo: la merma de los derechos de los trabajadores. ¿Que sacrificios le van a pedir a unos trabajadores que cobran 300 euros?. ¿O a uno que está asegurado cuatro horas y trabaja nueve?. Hemos pasado de la dictadura de un tío con bigote, a una en la que mandan miles de impresentables que se forran a nuestra costa, y nosotros callados. Preferimos hablar del pisotón de Pepe a Messi, o de las últimas pamplinas de Belén Esteban, que salir a quemar la calle de una vez. Porque que quede claro, van dos crisis desde 2.008, la de los activos tóxicos y la de deuda. Pero está claro que va a llegar una tercera, y la sencilla razón es la siguiente: Da igual lo que hagamos, lo que nos apretemos, pues para el FMI, las agencias de Rating y los bancos, todo es poco, y sino se siguen con más ajustes, pues todo irá igual de mal, hagamos lo que hagamos, estará mal. Ya empieza a cansarse uno de tanto rollo. Así pues toca trabajos precarios, congelación de sueldos, cuando no reducción, subida de impuestos y del nivel de vida en general.  Con la mierda de sueldos que nos van a pagar va a ser mejor empezar a rechazar los trabajos que nos salgan, porque no vamos a tener para pagar ni un triste alquiler, así, llegará el dia en que nadie quiera trabajar. Y lógico, pues tener un trabajo que no te permite pagar nada, en el que te sale más caro el collar que el perro, no convence a nadie. Hemos llegado a un nivel en el que ya no le piden peras al olmo, sino melones. Ésta es la nueva crisis que nos viene, y de la que nadie nos ha hablado. Para la opinión pública, antes los malos eran el ejercito, los curas y los policias; ahora son los bancos, empresarios, políticos y sindicatos. Que se pregunten por qué. Un saludo desde el sur.

domingo, 22 de enero de 2012

Yo soy el justiciero

 Tengo que confesar una cosa, aunque no fue culpa mía: el otro día vi una película de Charles Bronson. Por eso el título de la entrada, típico de las producciones de dicho actor. Lo peor del asunto es que al colega que vio la película conmigo se la recomendaron. Así que, una vez terminada la película, le dije al nota: pisha mía, no te juntes con amigos que sean malas influencias, con nadie, que te recomiende drogas, alcohol o ver una película de éste calibre. Ya son varias las que he visto de éste actor, de Chuck Norris, Van Damme, Vin Diesel, Steven Seagal y compañía. Y cuando ves una de ellas, ves todas. Porque están cortadas por el mismo patrón, y mismo argumento. Por ejemplo, el protagonista en cuestión, siempre es viudo, porque los malos (que son malísimos), no tenían otra cosa que cargarse a su mujer para robarle cuatro dólares. Pero no desesperen, pues otro amor hace acto de presencia, y según la película, si tiene secuela o no, se la cargan también, por el mismo motivo. Cuando la nueva musa conoce por primera vez nuestro protagonista, la primera impresión, es una muy corriente en todas las mujeres cuando le presentan a un tipo, y dice eso de: Tiene aspecto de asesino. Toma ya, como si ser un sicario implicara tener una apariencia. ¿Y como será la vestimenta de un matador?, ¿con pantalones de pinzas y camisa de cuadros?. Ésto confirma mi teoría de que la Scotland Yard y las prostitutas de Londres eran tontos de remate. Porque para cargarse a "Jack, el Destripador" lo único que tenían que buscar es a un tipo con cara de Charles Bronson, ya que en todas sus películas dicen que tiene cara de asesino. Hay aún otro patrón que es común en éstas películas, los buenos, a pesar de ser unas máquinas de matar, tienen su corazoncito, y se encariñan con un niño. Ese crío, que los malos, que son lo peor, pero más tontos que un bocadillo de picos Yeyé, secuestran para pedirle un rescate. Sobra decir que nuestro protagonista, se carga a todos uno a uno, con una efectividad que asusta. Todo lo tiene medido, y todo le sale bien. Si fueran españoles, lo estropearían todo a la primera. Eso sí, al jefe de los malos, no lo mata con un arma, del modo más simple, sino que tiene que pelear con él, cuerpo a cuerpo, y en el peor sitio posible, dígase una fábrica abandonada, un almacén de cuchillos, o en el barrio más chungo de Cuenca. Al final, después de todo un ritual de sobresaltos para el espectador, aparentemente se lo ventila, y cuando se va hacia la piba, en el beso final y ¡Eah, que felices somos!, el supermalo levanta por un instante la cabeza y apunta con su arma al protagonista, pero e ahí, que éste se vuelve, sin saber como ha visto a su enemigo, y se lo carga. Así hasta siete secuelas y/o precuelas. 


En fin, en ésto del cine, hay gustos y estilos para todos, e incluso nacionalidades. Hay quien opta por el cine inglés, que tradicionalmente habla de obreros en paro y caprichos imposibles que por narices y orgullo irlandés tienen que conseguir, como si a los demás nos importara algo. Recuerdo una, "Lloviendo piedras", en la que un obrero se queda en paro, justo antes de hacer su hija la comunión, y se pasa toda la película diciendo: Mi hija hace la comunión con un traje nuevo. Rechazando, constantemente, los trajes, que con buena voluntad le ofrecen sus vecinos y el párroco del pueblo. Tal vez el director no haya pisado España en su puñetera vida, y no haya visto con sus ojos como los trajes de comunión pasan de los hermanos y primos mayores a los más chicos. Pero claro, mientras que para el español es un chollo, para los irlandeses y escoceses, no puede ser; es simple cuestión de orgullo. Pero en Europa hay cines peores, es el caso de los italianos, que pasan del humor salidorro a la ñoñería más absoluta. O del francés, que es un cine, que sólo entienden los franceses. Del español, mejor ni hablamos, cine subvencionado y politizado. Y aunque no lo crean, también hay producciones rusas (postcomunistas) que se centran mucho en la historia de la nación eslava. Como es el caso de "Mongol". Pero la palma de lo raro, se la llevan los suecos, que hacen películas de asesinatos satánicos y demás, en medio de un bosque donde hace más frío que en la casapuerta de la Mari. El largometraje en cuestión suele ser de lo más oscuro, los personajes de lo más raro, y apenas se hablan entre ellos. Al final, te quedas como cuando uno ve las dos sagas posteriores de Matrix, preguntándote, de que va ésto, y si he sido yo, el único que no me he enterado de nada. Y por último, queda el cine americano, que tuvo varias edades de oro, que ahora son de hojalata. Es el que más variedad de temas tiene, pero si hay que destacar algún argumento que haya calado en miles de jóvenes, me quedo con las películas de instituto, de las cuales hay dos versiones. La de los varones, cuyo argumento gira en torno a perder la virginidad al final del último curso, todo ello aliñado con un humor simplón de caca, culos y tetas; que logra hacer de las películas de Pajares y Esteso unas obras maestras del chiste. Y la versión femenina, para niñas en la edad del pavo, en la que la más fea y empollona de la clase se enamora del quarterback del equipo del instituto, un muchacho atractivo, que es adorado por todas las féminas, y que sale con la más putona del centro. Y en el que ser "Popular" es lo más importante en ésta vida. De hecho, siempre hay unas reñidas elecciones a delegado, en las que incluso hay campaña electoral. Igualito que en los institutos españoles, donde ser popular es lo mismo que votar a Javier Arenas, y que cuando toca elegir delegado, nunca salen voluntarios, y todos los alumnos agachan la cabeza, mientras rezan para que la maestra no lo escoja, de hecho, al final sale siempre el más pringado, porque es el único que no tiene amigos que contrarresten los votos de los demás. Evidentemente, al final, el colega en cuestión, a pesar de que tiene para elegir, se enamora de la tonta del haba por amor, como el que no quiere la cosa. Y últimamente, se han puesto también de moda los vampiros y hombres lobos enamoradizos, que se pirran por una mortal. De éstas, te entran ganas de llevar una estaca al cine y cargarte al protagonista antes de que empiece la película, para evitar indigestarte con el tostón de turno.

  En fin, y como conclusión diré, que la recomendación de una película puede ser bastante peligrosa, como en cierta ocasión me pasó con una que se llamaba "Crocosaurio contra Megatiburón", que va de tres tíos peleándose en un helicóptero, mientras intentan cargarse a un cocodrilo y un tiburón gigantes, de época prehistórica, que cambiaban de tamaño y situación geográfica en cada escena (no puede haber película peor hecha). Puede que tu amigo te aconseje de verdad, o que sea un cabrón visceral y quiera metértela doblada. Pero no se preocupen, que todos somos arrieros, en ese caso, recomiendo que les inviten a ver otra que ustedes sepan que es un bodrio, seguro, que a partir de entonces, tu colega se acordará más de ti...y de tu familia. Un saludo desde el sur.

Si un amigo te recomienda una película, invítelo a verla contigo, la próxima vez se lo pensará.


domingo, 15 de enero de 2012

Un paseo por La Casería

 Hace un mes, más o menos, un amigo mío colgó en Facebook el videoclip de un grupo rapero sevillano que simulaba estar en Panamá; sin embargo mi sorpresa fue mayúscula cuando al ver el mismo, pude observar que se rodó en un conocido rincón de nuestra ciudad, La Casería; y curiosamente, para la mayoría de muchos paisanos el vídeo parece realmente rodado en dicho país. Tal vez sea el barrio y el rincón de la ciudad que mejor ha sabido conservar su sabor tradicional, a pesar de que se hayan construido unas monstruosas torres de pisos, que parecen sacadas, verdaderamente de Panamá. Lo cierto es que la playa es el rincón más exótico de nuestra ciudad, y su estampa puede llevar a engaño para aquellos que no conocen ésta zona de la urbe isleña. Son muchos los atractivos, pues aparte de su arquitectura tradicional y sus huertas, existe, sin duda, cierto interés ecológico (se pueden observar aves marinas y de marismas desde la playa) e histórico que realmente hacen atractiva una visita a dicha playa, aunque no sea recomendable darse un baño, a no ser que sean las hogueras de San Juan, y esa noche haya que mojarse, aunque solamente sea la cara.

A pesar del crecimiento de la ciudad en el último cuarto del siglo XX y principios de XXI, sobre todo a raíz de la falta de espacio en la capital gaditana, todavía éste rincón permanece ajeno al urbanismo desaforado que nos ha venido acompañando éstos últimos lustros. Cierto es, que la zona sur del barrio es de las zonas cuya población y urbanización ha sido de las mayores en San Fernando; no obstante, la zona norte, salvo la inclusión de dichas torres y algún que otro piso y unifamiliar, permanece como si estuviéramos en una litografía del siglo XIX. Con una estampa decimonónica, en la que las casas bajas y blancas, se encuentran rodeadas de huertas y pozos; la presencia de grandes palmeras, chumberas y cañas, hacen el resto en éste particular viaje en el tiempo. El origen del barrio de La Casería, tal vez fuera anterior al mismo San Fernando, y nació siendo una minúscula aldea de pescadores que estaba ligada a las pequeñas industrias que rodeaban los cercanos muelles de Fadricas y Punta Cantera, de ahí, por ejemplo, el nombre del Callejón del Reverbero. Aún queda algo de aquella época, de finales del siglo XVII y principios del XVIII, como es el caso de un aljibe, o un antiguo molino que servía de aguada para los barcos de la bahía, y que tenía conexión con los muelles, gracias a un acueducto, hoy día desaparecido, y que fue derruido en tiempos de Franco, para construir el hoy abandonado, cuartel de los polvorines. De todos modos, la mayoría de las casas (las antiguas se sobreentiende) son propias de finales del siglo XIX, momento en el que el barrio toma el aspecto actual, rodeando la pequeña parroquia de La Inmaculada. Que se encuentra situada en una pequeña y bonita plazoleta. Dicha iglesia, a pesar de su reducido tamaño y su aspecto popular, sorprende al entrar, pues su interior está decorado al más puro estilo neobizantino, propio del historicismo y eclecticismo que abundó en la arquitectura de la época romántica, allá por mediados del siglo XIX. Asimismo quien sepa observar por detrás de la iglesia, o tenga un enchufe para entrar en alguna casa cercana, podrá ver desde la azotea una bella y pequeña cúpula de color rojo, que recuerda a la de las iglesias del oriente europeo. Una vez pasadas las casas populares nos encontramos con los últimos bloques de pisos y unifamiliares que se construyeron antes de la actual crisis inmobiliaria, muchas de éstas casas se encuentran vacías, dando cierto aspecto fantasmagórico al lugar, que se salva de la mala impresión, gracias a la presencia de unas casas tradicionales, y sus huertas; algunas se encuentran abandonadas, y la vegetación le ha ido comiendo el terreno, no obstante, aún así, el paraje se muestra bello, con algunas palmeras, cañas, olivos y chumberas, que en ocasiones son centenarios. Más adelante, encontramos en sí la playa, que hasta hace relativamente poco, era la única accesible por los ciudadanos; muchas estampas antiguas muestran casetas de baño que servían de recreo a principios y mediados del siglo XX. Hoy día parecería imposible ir a dicha playa, pues es de escasa arena, y bastante fango. Asimismo, tampoco está cuidada. Pero su visita tiene poco que ver con darse un chapuzón, sino que lo que se viene buscando es ver un rincón de los pocos que quedan en un litoral español que no ha conservado mucho de su esencia meridional. La presencia de unas cuantas palmeras, algún que otro cañaveral y un pequeño pastizal, que es propia de una huerta abandonada, hace que nos traslademos a rincones más exóticos, de características tropicales. Los mismos restaurantes que se encuentran en dicha playa logran llevarnos, aún más si cabe al engaño, como es el caso del famoso "Bartolo", que tiene una terraza colgada sobre pilotes, y que se encuentra situada, literalmente, encima de las aguas de la Bahía de Cádiz. Aquí se rodaron ciertas escenas de la película "Cuba", protagonizada por Sean Connery. El mismo restaurante tiene aún un secreto que guarda celosamente, aparte de las recetas de sus pescados fritos, su parte más pegada a tierra, conserva aún los muros de un baluarte que sirvió de defensa en la Guerra de la Independencia; y cumplía las funciones bloquear cualquier asalto por mar que viniera desde Puerto Real, por parte de las tropas napoleónicas. Si mal no me equivoco, y aunque no estoy muy seguro, éste baluarte, estaba ocupado por tropas inglesas y portuguesas, por entonces, aliadas de España en dicho conflicto bélico. Cerca, de hecho, se encuentra, los restos del cementerio de los ingleses, construido para dicha ocasión, en la que los soldados británicos caídos, que no eran católicos, fueran enterrados aquí; así como otras personas de religión, que no tuviera que ver con la Iglesia de Roma. De dicho camposanto, apenas se conservan los muros, y una extraña e inquietante fachada, con aspecto, más bien babilónico, y que se encuentra tapada por la vegetación. Me gustaría destacar, también, la presencia de las tradicionales casas de latas, que todo el mundo confunde con chabolas, y que sirven para guardar el material de trabajo de los pescadores; un tipo de casa, que era tradicional en La Isla, y que han ido desapareciendo con el paso del tiempo, quedando sólo unos cuantos ejemplos, como es éste caso. Algunas se encuentran pintadas, otras, en cambio, conservan el color característico del metal y del ladrillo visto. Aquí en la playa es donde se celebran las únicas hogueras de San Juan que quedan en la ciudad, pues además de la quema tradicional de los Juanillos, se acompaña a lo largo de la última semana de Junio, de una pequeña feria, que es la más antigua de San Fernando, nació antes, incluso, que la propia Feria del Carmen y de la Sal. Asimismo, viene siendo tradición en los últimos años, el adornar los patios de las casas con los Juanillos, y su temática relacionada, antes de ser quemados en la playa. Todo, evidentemente tiene su concurso, y todos los años hay un ganador para el muñeco más original y gracioso. Las temáticas suelen ser de temas actuales, relacionadas, o no, con temas de la ciudad, o la política local y/o nacional. La Casería nos aguarda aún con una última sorpresa, algo más lejana, y ya rodeada de bloques de pisos, me refiero al Castillito, hoy día es un club para Cabos de la Armada española, pero en tiempos fue un palacete, propio de la época romántica, en el siglo XIX, que repite patrones historicistas, imitando el modelo de un pequeño castillo medieval. Situado en lo alto de un pequeño cerro, rodeado de unos bonitos jardines, con algunos árboles centenarios, de la que llama la atención una enorme araucaria, que debe de alcanzar unos 40 metros de altura, y precedidas por unas largas escaleras, el palacio conserva ese espíritu decimonónico con el que nació. En dicha casa, se alojó el Infante Don Juan, heredero de la Corona, en época de Alfonso XIII, cuando estudiaba en la Escuela Naval, que por aquel entonces, se situaba en la actual Escuela de Suboficiales. 

Espero no haber escrito un texto demasiado extenso de dicho barrio, pero tal vez, en éste caso, y a mi entender, si merecía la pena. La historia de nuestra ciudad es poco valorada por nuestros paisanos, y creo, que en éste caso, merece la pena rescatar la de éste rincón de San Fernando. Ya que hoy, se ha salvado por la crisis, pero ésta, pasará, más tarde o más temprano (esperemos que ésto último), y los planes de urbanizar toda la fachada norte con bloques de pisos, y un animado paseo marítimo que se una con el de Bahía Sur, aún están en vigor, así pues, hay que aprovechar ahora, antes de que hagan alguna cafrada de la que nos podamos arrepentir. Sino sirva como ejemplo, que queda sin explicar, por motivos sentimentales, que fue del antiguo Puente de La Casería, que salvaba la vía del tren, y que acabó siendo demolido con nocturnidad y alevosía, sin que nos diera tiempo a reaccionar a nadie. Pero así funciona nuestro país, a golpe de asfalto. Un saludo desde el sur.



Iglesia de La Inmaculada.
                                        

Interior de la misma iglesia.

Playa de La Casería, con marea llena.

Imágen de la Bahía de Cádiz, desde la playa.

Fachada del Cementerio de los Ingleses.

Vista, desde fuera, del Castillito.


Imágen de una procesión veraniega.

Terraza de uno de los bares de la playa.

Patio adornado para los Juanillos.

Hoguera de San Juan.

Fuegos artificiales, después de la quema de los Juanillos.

La playa con marea baja.

Vista de las casas de lata.

Las torres de La Casería.





domingo, 8 de enero de 2012

El orígen de los mamíferos

 Hoy vamos a salir un poco de nuestra tierra para contar algo que es poco conocido, y que nos incumbe a todos. Es el origen que tenemos todos nosotros, humanos, y mayoría de mascotas. Les hablo del inicio de los mamíferos, un fenómeno poco conocido, y que tal vez esté eclipsado por la espléndida era de los dinosaurios (de los que ya hablaré en otra entrada).  Tal vez la foto de abajo les lleve a pensar que demonios tengo yo que ver con ésto, pero los expertos coinciden: él y su primo fueron los que dieron origen a los mamíferos. Nos referimos al Dimetrodón ssp (había varias especies del mismo), que era carnívoro, y del Edaphosaurio ssp. bastante parecido, pero que era la versión herbívora del mismo.

  Los fósiles de éstos animales datan del periodo Pérmico, es decir, mucho antes de la aparición de los dinosaurios, cuando aún sólo había reptiles, anfibios y artrópodos (insectos y arañas). Por aquel entonces, tampoco existían las hierbas, que aparecerán justo después de la desaparición de los dinosaurios. Había pues, en las zonas lluviosas, un manto de helechos que venían a cumplir la función de las gramíneas actuales en las zonas de praderas, y ocupaban, también, un nicho similar, al actual, en los bosques, que normalmente, tampoco eran de frondosas (árboles con hojas "normales"), sino que se componían de árboles de coníferas, de aspecto primitivo, como las araucarias, las cuales, la mayoría datan, en origen, de éste periodo. El resto, todo lo más, alguna protopalmera, de la familia de las Cycas, como las que actualmente abundan en los jardines de Cádiz. La foresta solía ser más abierta que la actual, los bosques cerrados no abundaban, y el suelo, era, simple, y llanamente tierra, no había más; ni hojas caídas (no existían), tampoco había flores, ni hierbas, todo lo más, como he dicho, helechos. El clima, evidentemente era más cálido que el actual, y sólo había un continente: Pangea. Que rodeaba el ecuador, y que llegado, el jurásico o el cretácico, empezó a separarse en varios trozos, dando lugar a los actuales continentes. En aquel periodo, arañas e insectos eran gigantescos, de hecho, había una araña en la época que tenía por costumbre zamparse al abuelo de los dinosaurios, de aquella, con el tamaño de un pequeño lagarto. Dicha araña tenía el tamaño de una cabeza humana adulta, y de haber existido hoy, facilmente podía comer cualquier pequeño mamífero que se le antojara. 

   El tamaño de nuestros tatarabuelos tampoco les iba a la zaga, en su mayoría, solían alcanzar tamaños superiores a los tres metros, teniendo un peso de más de 150 kilos. En un principio, los primeros arqueólogos, creían que eran los primeros dinosaurios, pero más tarde, se clasificaron como sinápsidos, es decir, pseudomamíferos. Las aletas características de éstos animales es aún una incógnita, la teoría más extendida es que se trata de un termorregulador. Pues al cabo del día iba cogiendo horas de sol, y por tanto calor, al igual que hoy día hacen los paneles solares, que después servían para combatir el frío de la noche. Dichas aletas se irán reduciendo con el tiempo, hasta que el cuerpo de los mamíferos tuviera su temperatura propia. También existe la teoría de que fuera usada para el cortejo en las épocas de apareamiento. Las patas, pasarían, tras una larga evolución, de la forma arqueada hacia el exterior, propio de los reptiles, a formas algo más rectas y verticales, cuya articulación se moviera hacia atrás, como es característica común en los mamíferos. El dimetrodón fue el superpredador de la época, y probablemente no tuviera competencia alguna; en cambio el edaphosaurio, cuyo aspecto era parecido al anterior, era totalmente inofensivo y  herbívoro. Ambos andaban escasos en velocidad, y tal vez, el primero, utilizara técnicas de caza basadas en la emboscada.

   Tal vez, les haya chocado el artículo de hoy con respecto a la temática habitual de éste blog. La idea surgió de una visita a un parque de mi ciudad: el Parque del Oeste. Donde se exhiben reproducciones de dinosaurios (con muy buen gusto) que son las delicias de los críos. Y parte de la diversión de vándalos que no cuidan el mobiliario urbano. Tal vez, el desconocimiento de los autores haya metido en el mismo cajón de sastre al dimetrodón con los dinosaurios, pero da igual, porque todo lo que sirva para picar la curiosidad, bueno es. Puede que con las figuras, más de alguno busque en Google de que clase de animales se trata. Y puede que algunas respuestas las encuentren en éste blog, para otras más profesionales, hay páginas más expertas, pero para los que no tenemos ni idea, es mejor explicarlo con palabras fáciles. Un saludo desde el sur.


Araucaria, la conífera más común del pérmico

Ejemplar de edaphosaurio, que era vegetariano.

Ejemplar de dimetrodón, el superpredador de la época.

Palma de iglesia o Cycas Revoluta, un tipo de protopalmera que existía en la época.




   

miércoles, 4 de enero de 2012

El pequeño comercio no se entera

  Una entrada corta, ya que éste fin de semana pasado, al ser fin de año, no entré a escribir. Y probablemente el sábado, vuelva a las andadas con alguna curiosidad nueva. Ante todo hay que decir una cosa: que Dios me libre de defender los intereses de las grandes cadenas, como Carrefour o El Corte Inglés. Pero tras la demostración de nulo interés profesional y total desprecio por el cliente mostrada por dos comerciantes de un local, cuyo nombre no citaré, pero que diré, se encuentra al lado de una conocida panadería y una nueva heladería, que se sitúan en la Calle San Rafael, de San Fernando. Y que se dedican a vender complementos. Todo éstos datos en sí, ya bastan para hacerse una idea, del comercio en sí, del que les hablo. Y creánme, que no me gusta joderle el pan a nadie. Pero se lo han ganado, y cabrearme, no es fácil.
  Todo surgió con unos regalos que nos quedaban por rematar para el próximo día seis. Así que me recomendaron dicha tienda por tener bonitos artículos, y así es. Escogimos varios. Ya me mosqueaba, como las dos vejestorias, teñidas de rubio pijo, y vestidas, como si fueran a jugar al criquet con señoritos de Jerez, no paraban de mirarme como si fuera a sustraer de manera ilegal algún artículo. Una vez terminada la faena de elegir, pasé por caja y pagué. Siempre hago la misma pregunta, y de forma educada: ¿ésto tiene devolución en caso de que el regalo coincida con uno que ya tenga?. De malas maneras me contestó que no había devolución; ahí fué la primera en la frente. Me pregunta la pija gorda, que era la que estaba de cajera, y que me contestó de mala forma, que si es para regalo; le respondo que sí. Se lo endosa a la otra pija, más delgada y callada. Mientras cobra al de atrás, la gorda empieza a despotricarle a la otra, en mi presencia, que si hay mucho listo, y muchas devoluciones que no son correctas, y demás. Ya me puse de mala ostia. Y les contesté de mala manera, yo sólo he preguntado, que después vienen los malos entendidos. El silencio, mientras envuelven los regalos es tenso. Cuando terminan, me despido con educación, pero el que echa rayos y truenos, soy yo. Así, pues pensé: que hay que defender al comercio tradicional con respecto a las grandes superficies... pues que quieren que les diga, que se jodan. Por lo menos las tiendas típicas de San Fernando, que se han creído que nos hacían un favor vendiéndonos algo. Y que piensen, que así se fueron a freir espárragos, muchas de ellas cuando abrió el Bahía Sur, entre ellos el cutrecine Almirante. Lo que siento es que paguen justos por pecadores. Así que, viva El Corte Inglés. Es mi particular venganza hacía dos vendedoras con poca clase y nula educación, y que den gracias a que no pongo el nombre de su tienda, porque ganas no me faltan, pero a buen entendedor, pocas palabras bastan. Y los cañaillas que pasen a menudo por ahi sabrán de que mierda de tienda les hablo. Un saludo desde el sur. Y feliz 2.012.