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domingo, 10 de diciembre de 2017

Plazas I

  Hace ya un año o dos, no recuerdo bien, saqué una serie de entradas en las que señalaba una calle, o bien destacada, o bien típica, de las distintas localidades que he ido visitando. Es evidente que desde entonces he visitado más lugares, y que tenía en mente hacer otras series, entre las que estuviera los paseos y parques, o bien como ésta que inauguro hoy, sobre plazas. Hay que decir que nuestra tierra andaluza no suele ser pródiga en espacios abiertos, sobre todo en los pueblos, por aquello de la herencia árabe, que daba prioridad a los callejones por donde corriera el aire para refrescar a la población en nuestras tórridas canículas. No obstante, haberlas haylas, ya que tras la conquista cristiana, se establece el gusto por los espacios abiertos con distintas funciones: mercados, actos públicos, festejos, ejecuciones... Existen para todos los gustos, grandes, diáfanas, recogidas, recargadas, arboladas, con soportales, etc. Sin más, les dejo ahí con las plazas más destacadas para mi gusto, no es una cuestión objetiva, ya que no hay más criterio que mi propio agrado hacia una u otra. Aún así, en muchas ocasiones ha sido muy difícil seleccionar una, porque hay poblaciones que bien pudieran llenar varias entradas. Lo dicho, ahí van: 

  • Alcalá de los Gazules. Plaza Alta o de San Jorge. En la zona más alta de la población, y centro de un casco antiguo de herencia musulmana, como su nombre y apellido, la plaza llama la atención por dos joyas de la localidad: la iglesia de San Jorge, gótica y barroca, y el ayuntamiento, el más antiguo de la provincia, renacentista, del siglo XVI.

  • Algar. Plaza de la Constitución. En la ordenada población algareña, de plano ortogonal, viene a finalizar a la cuadrada plaza principal y fundacional, desde donde nace, herencia de las repoblaciones de Carlos III, y crece, el pueblo de Algar, tras la creación de la iglesia neoclásica, que tendría la advocación de la virgen de Guadalupe. Dentro de la misma plaza se encuentra el ayuntamiento. 

  • Almagro. Plaza Mayor. Una de las plazas más famosas de España, manchega, y joya del Siglo de Oro español. Las grandes cristaleras responden a la influencia alemana de los Fugger, banqueros de Carlos I, y a quienes se les había arrendado las minas de Almadén. De planta rectangular, tiene dentro al Ayuntamiento, varios palacetes, la antigua iglesia de San Bartolomé del XIX, y sobre todo, el único Corral de Comedias que queda en España, el cual, parece tener su origen a finales del XVI o principios del XVII.

  • Almería. Plaza de la Catedral. La capital almeriense tiene destacadas plazas dentro de su perímetro urbano. Sin embargo, la que escojo, tiene algo distinto al resto de localidades europeas, un aire oriental, más propio de tierras cruzadas, como Israel o Egipto, y cuyo aspecto se debe a su arquitectura renacentista de templo catedralicio con carácter de fortaleza, y a las palmeras datileras que la rodean. Al otro lado, el palacio del Obispo, es un edificio de estilo neorrománico del XIX, también para remarcar. Como curiosidad, aquí se rodaron algunas escenas de la película Patton. 

  • Almuradiel. Plaza de la Iglesia. En la mínima localidad manchega, situada tras Despeñaperros, se conserva una pequeña, pero bonita, iglesia de arquitectura neoclásica, y con monumental fachada de enormes pilastras y frontón. El resto de la plaza es de sobrio aspecto.

  • Antequera. Plaza de Santiago. Otra localidad en la que la selección de una plaza es un acto de extrema dificultad, debido a su enorme cantidad de monumentos, y a lo fotogénico de sus rincones. Sin embargo, opto por una plazuela recogida y adoquinada, donde se encuentra la pequeña y bonita iglesia de Santiago, así como el convento de Santa Eufémia, ambos con arquitectura barroca del siglo XVIII. En el centro, una bonita fuente, viene a completar una bella estampa.

  • Arcos de la Frontera. Plaza del Cabildo. Prácticamente el único espacio abierto y diáfano de una localidad, que entre su larga herencia musulmana, y lo apretado de su urbanismo de origen defensivo, enclavado entre dos tajos en un meandro del Guadalete. De aspecto cuadrada, tiene edificios de interés, como la propia iglesia de Santa María, en estilo gótico, con espectacular fachada plateresca y torre barroca, el castillo, de estilo también ojival, el Ayuntamiento, renacentista, y el Parador Nacional, en el antiguo palacio del Corregidor. Así como el famoso, y vertiginoso Balcón de Arcos, que da directo al tajo principal.

  • Barcelona. Plaça del Rei. Una gran ciudad, que destaca por su monumentalidad, y por su marcada división en lo que a urbanismo se refiere. Entre la ciudad de origen romano, y cuyo esplendor marinero se destacó en tiempos del gótico, y el Ensanche de Cerdá. La plaza escogida representa el embrión de la localidad en sí. Debajo se encuentran restos romanos, que dieron lugar al Museo de Historia de la ciudad, así como el Palacio Real, con el famoso Salón del Tinell, el palacio de Lloctinent y la capilla de Santa Ágata. Todos joyas góticas. Así como en un lateral se sitúa también, la Casa Padellás, también ojival, pero cuya situación no era esa, sino que fue trasladada piedra a piedra desde la calle Mercaders.

  • Benalup-Casas Viejas. Plaza Nuestra Señora del Socorro. Nos trasladamos ahora a una pequeña localidad, clave en la historia del siglo XX español, por sus famosos sucesos. En aquellos tiempos se acababa de contruir la iglesia cuya advocación da nombre a la plaza, con una extraña arquitectura regionalista, que mezcla el mudéjar andaluz de ladrillo y azulejos con el románico. Un caso único en Andalucía.

  • Bornos. Plaza Alcalde José González. Bonita plaza de típico aspecto andaluz, y que concentra algunos de los monumentos más famosos de la localidad bornense, como la iglesia renacentista de Santo Domingo de Guzmán, el Castillo Palacio de los ribera, del mismo estilo en su parte más moderna, aunque aquí mismo, se puede observar la parte de origen medieval, también al neoclásico ayuntamiento, así como varios palacetes. 

  • Burgos. Plaza Santa María. Bonita plazoleta que da a la fachada principal de la espectacular catedral burgalesa. Pero no he escogido la archiconocida imagen, y he optado por el otro lado de la plaza que nunca se enseña en las fotografías. Para que se vea, que la localidad rezuma gótico por sus cuatro costados, con parte de la misma Catedral, en la imagen en la parte derecha, y la iglesia de San Nicolás, también del mismo estilo, en la parte superior izquierda de la foto. La bella fuente del primer plano, es obra barroca del año 1.663, cuya autoría corresponde al artista cántabro Clemente de Quintana.


  • Cabra. Plaza Vieja. Realmente hablamos de dos plazas en una, la propia Plaza Vieja, adornada con una bonita fuente, jardines, y algún edificio de ladrillo visto; y las vistas que destacan desde aquí, donde se puede ver la del Conde de Cabra, un poco más alta, y donde se encuentran algunos de los principales monumentos de la ciudad, la iglesia de Nuestra Sra. de la Asunción y Ángeles, barroca, con aspecto interior de mezquita, así como el castillo de los Condes de Cabra, magnífica fortaleza, donde la tradición sitúa que estuvo preso Boabdil, y donde sí, la historia corrobora, nació Enrique II, fundador de la dinastía de los Trastámara.

  • Cádiz. Plaza de las Flores. En la Tacita de Plata es muy difícil escoger una plaza en concreto, porque es de las pocas ciudades del sur que concentran un gran número de ellas en el centro histórico, y todas magníficas. Sin embargo, he optado por una pequeña, y que en realidad, más que una plaza es una confluencia de caminos, no obstante, lo notable de la arquitectura del caserío neoclásico y barroco que le rodea, así como el tipismo de sus puestos de flores, la fuente de Columela, freidurías, churrerías, mercado de abastos cercano, y demás, completan una bonita estampa del Cádiz más típico, en la que destaca el bello edificio de Correos, de arquitectura regionalista, y cuya construcción fue polémica en la época, aunque hoy día se encuentra plenamente integrado.

  • Carmona. Plaza de Blas Infante (Puerta de Sevilla). Otra localidad de muy difícil elección, porque Carmona, aparte de su grandiosa monumentalidad, regala rincones incomparables para los amantes de la fotografía. He optado en esta ocasión por su espectacular Puerta de Sevilla, uno de los símbolos de la ciudad, y entrada a la misma, en la Edad Media, por el camino que venía de la ciudad Hispalense. Por lo demás, la fortaleza, de orígenes cartagineses, conserva restos romanos, almohades, y cristianos de los siglos XIV y XV. Por si fuera poco, justo en frente se encuentra la espectacular iglesia de San Pedro, con su pequeña Giralda.

  • Cartagena. Plaza de los Héroes de Cavite. Archiconocida plaza y monumento de mármoles blancos y negros, que no sólo conmemora a los héroes de Cavite en Filipinas, sino a los de Cuba y a todos los de la Guerra del 98, y que fue diseñado por el asturiano Julio González-Pola y García. Es un espacio bellamente ajardinado, diáfano y abierto, como no podía ser de otra forma, al propio puerto de la ciudad. Las otras caras de la plaza van a parar al magnífico e impresionante Ayuntamiento, de arquitectura modernista, al igual, que el resto de edificaciones existentes, dentro de las cuales, por una, se accede al, no menos tremendo, Teatro Romano.

  • Castellar de la Frontera. Plazuela dentro del castillo. El pueblo viejo de Castellar tiene la singularidad de encontrarse dentro del castillo. Aunque trasladada la población, al pueblo nuevo a mediados del XX, lo cierto es que el alma todavía perdura en el interior de la fortaleza. Dentro de ésta, y mantenida por hippies, se pueden encontrar estampas auténticas, que parecen sacadas de los tiempos de Al Andalus, como ocurre con esta pequeña plazoleta, que sirve de entrada única a la localidad.

  • Ceuta. Plaza de Armas de las Murallas Reales. La enorme e impresionante fortaleza, de origen portugués, y ampliada por los españoles, marcaron la frontera de la ciudad hasta la Guerra de Marruecos, sucedida entre 1.859 y 1.860, época en que tras la victoria española se amplía considerablemente el territorio hasta lo que es hoy día. Las murallas se conservan prácticamente íntegras, y el foso, que sigue siendo navegable, sirvió de refugio de los distintos barcos a lo largo de los siglos. En la Plaza de Armas se disponían en formación la enorme guarnición, y hoy día impresiona por su tamaño, de hecho, varios restaurantes dan vida a la misma.

  • Chiclana de la Frontera. Plaza de Jesús Nazareno. Uno de los rincones más típicos y queridos de la localidad chiclanera, también llamada Alameda Lora, y que conserva  íntegro el caserío típico de la ciudad, con algunas notables portadas neoclásicas e isabelinas. Aunque lo que más destaca, es la fachada de la iglesia del convento que le da nombre al lugar, barroco del XVII, con aspecto muy gaditano, y una impresionante fachada de mármol genovés, y enormes columnas salomónicas. No menos espectaculares son sus hornacinas con sus respectivas esculturas.

  • Chipiona. Plaza de Juan Carlos I. Bonita y recogida plaza, que fue embrión de la localidad, adornada con magníficas palmeras y buganvillas, que le dan un aire más andaluz, si cabe al rincón. En ella, se concentran tres de los edificios más importantes de la ciudad, el Ayuntamiento, la ermita del Cristo de las Misericordias, y sobre todo, la iglesia de Nuestra Sra. de la O, la primera que tuvo la ciudad, de origen gótico, del que solo queda la fachada lateral, fue reconstruida tras el Terremoto de Lisboa, en el estilo barroco que se ve en la actualidad.
  • Conil de la Frontera. Plaza de Santa Catalina. Uno de los rincones más bellos y vitales de la localidad, es también donde se concentra gran parte de los monumentos de la población, tales como la impresionante Torre de Guzmán, gótica del siglo XIV, el museo de Raíces Conileñas, más que aconsejable, la ermita renacentista de Jesús Nazareno, y la iglesia de Santa Catalina, de finales del XIX, ecléctica, pero con trazas que anuncia la llegada del modernismo. El buen ambiente, y las casas adornadas con macetas y buganvillas hacen del lugar un sitio agradable.
  • Córdoba. Plaza del Potro. El centro histórico cordobés nos brinda algunas de las mejores plazas españolas, algunas como la del Cristo de los Faroles, la cual es un auténtico viaje en el tiempo, otras como la Corredera, supone la única de su tipo en Andalucía. Sin embargo he optado por la del Potro, ya que su aspecto se ha conservado, íntegro y monumental, a lo largo de los siglos, las edificaciones apenas han cambiado, así como el adoquinado, ni la fuente, renacentista del siglo XVI, y que le da nombre al lugar. Aquí se encuentran en el antiguo hospital de la Caridad, los museos de Bellas Artes, y el de Julio Romero de Torres; además, aún se conserva la Posada del Potro, citada por Cervantes en el Quijote.
  • El Bosque. Plaza de la Constitución. Sencilla localidad serrana de la nuestra provincia gaditana, y que en su plaza central se sitúan los dos edificios más importantes de la localidad, tales como el Ayuntamiento, de estilo neoherreriano, de aspecto muy madrileño, y la iglesia de Santa María de Guadalupe, de arquitectura neoclásica.

 Termino aquí esta primera entrada sobre las distintas poblaciones en orden alfabético, que he ido visitando, espero haber cumplido con la misión de dar a conocer lugares en los que uno puede reposar un rato, y observar cuanto le rodea. Un saludo desde el sur.

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